Fabrica fertisac

AUREA-Mg (INNITRO) es un fertilizante nitrogenado que contiene inhibidores específicos de la actividad de la ureasa, permitiendo un mejor aprovechamiento del producto y del desarrollo del cultivo, traduciéndose en una mayor rentabilidad. Es ideal para el olivo y el maíz.

¿Cómo asimilan las plantas el nitrógeno?

El nitrógeno es un elemento básico para la formación de aminoácidos, proteínas y enzimas que se encuentra también en la clorofila de las plantas. Las plantas pueden absorber el nitrógeno principalmente en dos formas: como ion nitrato (NO3-) y como ion amonio (NH4+). Algunas plantas (leguminosas) también pueden absorber el nitrógeno atmosférico gracias a unos nódulos radiculares que se forman simbióticamente con ciertas bacterias. El nitrógeno ureico debe ser hidrolizado a NH4+ por la enzima ureasa para que pueda ser absorbido por las plantas. Esta hidrólisis es tan rápida que parte del nitrógeno se pierde como amoniaco (NH3) en la atmósfera (pérdida por volatilización).

fertilizante aurea mg innitro para olivo

¿Cómo podemos disminuir la hidrólisis del nitrógeno ureico?

Mediante el uso de productos como el AUREA-MG (INNITRO), que contienen inhibidores específicos que afectan las condiciones de la actividad de la ureasa, consiguiendo así que la hidrólisis se produzca de forma progresiva.

El AUREA-Mg (INNITRO) al contener inhibidor de la actividad ureasa asegura una progresiva liberación del nitrógeno amídico como nitrógeno amoniacal. De esta forma no se hidrolizará más urea de la necesaria para la alimentación de los cultivos, evitándose pérdida de nitrógeno por volatilización. Esto permite una parcial conversión del nitrógeno amoniacal a nitrógeno nítrico por las bacterias del suelo, de forma que la planta disponga de una relación Namoniacal/Nnítrico adecuada.

Ventajas de utilizar el AUREA-Mg (INNITRO)

  • Evita el “quemado” de los cultivos por deshidratación.
  • Mayor aprovechamiento, ya que solo se libera el nitrógeno ureico requerido por la planta, minimizando la pérdida de este elemento por volatilización.
  • Aumento del crecimiento de la planta debido a una mayor eficiencia fotosintética como consecuencia de la ralentización del proceso de hidrólisis de la urea.
  • Disponibilidad de nitrógeno durante todo el ciclo del cultivo debido a la alta relación S/N presente en el producto. Esa relación aumenta la eficiencia de absorción del nitrógeno por la sinergia biunívoca existente entre ambos nutrientes.
  • La alta presencia de Magnesio en su composición, esencial para el desarrollo de la planta, permite potenciar el rendimiento del cultivo y la absorción de otros nutrientes por complejación y modificación del pH del medio. Imprescindible su aportación en terrenos calcáreos y cuando se fertilice con potasio.

fertilizante aurea mg innitro para maiz

¿Qué inhibidor de la uresa se emplea?

En los productos de la GAMA INNITRO, como es el caso del AUREA-Mg (INNITRO), se utiliza el inhibidor MCDHS que es un generador potencial de ácido. El inhibidor al disolverse libera acidez en la proximidad de la zona aplicada deprimiendo la actividad de la ureasa por generarse un pH bajo. Al ralentizar el proceso de hidrólisis de la urea por la actividad de la ureasa, hay una mayor biodisponibilidad de N inorgánico en el suelo dando lugar a un aumento del crecimiento de la planta debido a una mayor eficiencia fotosintética.

Nuestro fertilizante AUREA-Mg (INNITRO) suministra solamente la cantidad de nitrógeno adecuada para el buen desarrollo de los cultivos, haciendo esta fertilización más adecuada agronómicamente y también más económica y ecológica al evitar pérdidas innecesarias de nitrógeno y la eutrofización de ríos y aguas subterráneas.

Plantas Hortícolas

Cuidado de plantas hortícolas

Hoy desde FERTISAC, os queremos hablar de las plantas hortícolas, qué tipos hay, cuáles son las más comunes, cómo se lleva a cabo su plantación…

Pero antes de nada, te hablaremos un poco sobre ellas y su origen.

Podríamos pensar que las hortalizas y los demás alimentos existentes siempre han estado presentes, sin embargo, no siempre ha sido así. Hace más de 7000 años que se fecharon los primeros cultivos de hortalizas, y es que la agricultura de estas plantas en el Antiguo Egipto sirvió de modelo para otras zonas geográficas como la Mediterránea para desarrollar su gastronomía actual. Éste fue el caso de la lechuga, los espárragos, la col, la cebolla…

Su descubrimiento, ya por entonces, supuso un gran avance en la agricultura puesto que la plantación hortícola suponía cultivar las semillas de diferentes frutos comestibles y trasplantarlos a un terreno diferente con el objetivo de conseguir una nueva planta.

Transcurrido el tiempo, y gracias a los diferentes intercambios comerciales, comenzaron a introducirse en Europa hasta el día de hoy.

Las Hortícolas.

Están consideradas como hortícolas aquellas plantas que son herbáceas y cuya finalidad principal es el consumo humano. Pero, como bien sabemos, existen diferentes tipos de plantas hortícolas, según la afinidad de ciclo que tiene la planta, el tipo de cultivo y la manera de recolectarse, destacando las siguientes:

  • Las hortícolas cucurbitáceas: plantas oriundas que poseen gran importancia etnobotánica. En esta subcategoría encontramos: el melón, la sandía, la calabaza, el calabacín, el pepino…
  • Las hortalizas solanáceas: cuyas hojas son alternas, simples y sin estípulas. Entre ellas se encuentra el tomate, la berenjena, el pimiento, la patata…
  • Las hortícolas liliáceas: aquellas que son perennes, bulbosas y rizomatosas. Sus hojas son alternas, espiraladas y verdes. Este es el caso de: la cebolla, los chalotes, los puerros, el ajo…

Estas hortícolas también hay quien las clasifica según sus hojas, su tallo, su raíz, su flor, o incluso si son utilizadas como plantas aromáticas. Te seguimos contando un poco más sobre ellas.., ¡continúa leyendo!

Todo lo que debes saber acerca de su cultivo.

Principalmente son plantas que se cultivan para sembrar un huerto, sin embargo, eso no quiere decir que no necesiten un cuidado específico para su correcto desarrollo y crecimiento, sobre todo, si queremos conseguir unos resultados óptimos y perfectos sin dañar la planta.

Por un lado, las modalidades del cultivo de las diferentes especies son casi infinitas pudiendo combinarse incluso el cultivo de diferentes plantas e introduciendo diferentes combinaciones de rotación en su ciclo, lo que suele ocurrir en la gran mayoría de los casos.

En cuanto a la temporada perfecta para el cultivo de la gran mayoría de las plantas hortícolas es durante los meses que forman la primavera y el verano, como es el caso del cultivo del pimiento, del tomate, de las acelgas o de la lechuga. Sin embargo, en cuanto al cultivo en épocas más frías, como es el caso del otoño y del invierno, se recomienda optar por plantas que sean más resistentes a temperaturas bajas, como es el caso de la cebolla o la escarola.

Enfocándonos en aquellas especies que se cultivan en las épocas cálidas del año encontramos: el tomate, la berenjena, el melón, la sandía, el pimiento, el pepino, la lechuga… Las cuales están caracterizadas gracias a que el rango de temperaturas óptimas de su crecimiento se encuentra por encima de los 18ºC.

Por otro lado, en lo referente a su régimen de explotación, existen muchos modelos de producción que van desde el cultivo al aire libre hasta el cultivo protegido conocido como el cultivo en invernadero, lo que hace más llevadero y versátil su cultivo, pero adaptándose siempre a las necesidades de la plantación.

Cómo preparar correctamente el terreno para la siembra de hortalizas.

Un incorrecto cuidado de la tierra del cultivo afecta a su resistencia y fertilidad, impidiendo la correcta circulación del agua y del aire e impidiendo una adecuada aportación de nutrientes a la plantación. Por eso, desde Fertisac, te informamos de los pasos necesarios para preparar de forma óptima el terreno para la siembra de plantas hortícolas y conseguir unos resultados notorios:

  1. Identifica el tipo de terreno: conocer las características de nuestro suelo de siembra nos permite saber qué necesita exactamente para estar en equilibrio. Comprueba si se trata de un terreno arenoso o arcilloso, la diferencia es esencial.
  2. Elimina la maleza: antes de realizar cualquier otra labor para preparar el suelo para el huerto, es imprescindible eliminar aquellas plantas que pueden entrar en lucha por los recursos de agua y de los nutrientes.
  3. Airea y mulle el suelo: con esta práctica conseguimos oxigenar el terreno y facilitar a las raíces del cultivo su penetración para su correcto crecimiento.
  4. Abona y enriquece la zona con fertilizantes: conocidas las características físico-químicas del suelo, así como las necesidades del cultivo a sembrar, es el momento de aportar materia orgánica y los nutrientes necesarios para mejorar las propiedades del suelo y favorecer un óptimo desarrollo del cultivo.
  5. Allana el terreno: con el objetivo de que presente un aspecto fino.

Necesidades de los cultivos hortícolas.

En la tabla que se muestra a continuación, desde Fertisac os mostramos un resumen, completo y ordenado, de las necesidades aproximadas de N, P2O5 y K2O según el tipo de cultivo:

También os recordamos que el agua de riego debe mantenerse a un pH relativamente ácido (5-6) para mejorar la disponibilidad de ciertos nutrientes, en especial hierro, zinc, cobre, manganeso y boro.

Fertilizantes recomendados y plan nutricional.

Los fertilizantes especialmente recomendados para este tipo de plantas son:

  • FERTIORGAN 8-4-25, en abonado de fondo, entre 500 y 1300 kg/Ha
    GAMA NITROSAC / INNITRO, en cobertera, entre 50 y 200 kg/Ha
    ABONOS NPK, entre 260 y 900 kg/Ha
    • SULFATUR en el agua de riego, para conseguir un pH 5-6. La dosificación normal depende de la dureza del agua, pero es del orden de 1 litro por cada 10 m3 de agua de riego

Y para mejor guía, os dejamos este gráfico que explica el plan nutricional según el grado de madurez o desarrollo:

Solicítanos información, sin compromiso, y te realizaremos un asesoramiento detallado y a medida, sobre cualquier cuestión que necesites al respecto. Estamos a tu completa disposición en el Tel. 958 43 65 12 o a través del email: fertisac@fertisac.es. ¡Hasta pronto!

Espinacas, claves para su cultivo

Claves para el cultivo de espinaca

Llamada en botánica Spinacia oleracea, la espinaca es una planta herbácea y anual que pertenece a la familia de las Quenopodiáceas, donde encontramos otras plantas como la quinoa (género Chenopodium) o la remolacha (género Beta).

Como principal característica, podríamos decir que tiene una raíz pivotante poco ramificada y de desarrollo superficial, y que al principio, desarrolla un grupo de hojas entre las que se forma al final de su ciclo un tallo floral que puede alcanzar los 80 cm. Como dato curioso, la espinaca es una planta dioica, por lo que puede haber plantas masculinas y otras femeninas, las cuales serán las que produzcan las semillas.

Existe una amplia variedad de tipos de espinacas, y aunque pertenezcan a la misma familia, hay diferencias bastante notables entre ellas. Las más populares entre su especie son las “espinacas savoy”: de hoja rugosa, crespa y relativamente dura.

A continuación hablaremos sobre sus beneficios, propiedades y su cultivo.

BENEFICIOS Y PROPIEDADES

Como hoja verde que es, la espinaca, está compuesta en su gran mayoría de agua, teniendo apenas 23 calorías por 100 gramos de producto. Pero debes saber que es una planta pobre en grasas, carbohidratos y proteínas.

Su importancia nutricional se encuentra realmente en sus aportes vitamínicos y minerales. Y es que la espinaca es rica en dos tipos de vitamina, las cuales son:

 

  • Vitamina A: para que nos hagamos una idea, 100 gramos de espinaca cruda aportan el 59% de la dosis diaria necesaria para mantener una buena salud oftálmica y para fortalecer el sistema inmunitario.
  • Vitamina C: 100 gramos de espinaca contienen 28 miligramos de esta vitamina que es el 34% de la dosis diaria recomendada por los expertos médicos, necesaria para reducir la hipertensión o para mejorar nuestra piel, además de tener virtudes desestresantes.

 

A su vez, este tipo de hojas, nos aporta magnesio, y es que 100 gramos de espinaca aportan el 22% del magnesio recomendado por los especialistas en nutrición. Esto nos ayudará a mantener la musculatura y a reducir el cansancio y la fatiga. Además, también es rica en manganeso, y es que el 43% de la dosis diaria recomendada se encuentra en 100 gramos de espinaca cruda, lo cual favorece la producción de tejidos cartilaginosos y ayuda a absorber la Vitamina E.

El que este tipo de hoja proporcione bajos niveles de hierro o calcio, se debe a la presencia del ácido oxálico, que evita una buena asimilación de minerales. Por esta razón es más conveniente para nuestro organismo consumirlas cocinadas, en lugar de crudas; pues de esta manera no interferirán en gran medida a la absorción de otros minerales, que nuestro cuerpo ya conserva.

CULTIVO Y RECOLECTA DE LA ESPINACA

Uno de los principales problemas a la hora de cultivar la espinaca es que inicia la floración muy pronto, sin dar tiempo a la formación de un buen grupo de hojas, pues a partir de ese momento se deterioran.

Pero, ¿antes de comenzar a cultivar y plantar, qué debo saber sobre el cultivo de la espinaca?

La espinaca, normalmente, se adapta a todo tipo de tierras, pero siempre tiende a preferir las tierras frescas. Aunque es cierto que este tipo de hoja no se adapta a:

  • Tierras encharcadas o inundadas.
  • Tierras muy calizas, que podrían ocasionar clorosis, lo que hace que las hojas se amarilleen.
  • Tierras muy ácidas, que pueden hacer que la planta se enrojezca.

Uno de los puntos a favor de la hoja de la espinaca es que se adapta y tolera la sombra, lo cual es ideal para realizar permacultura (sistema de principios de diseño agrícola, económico, político y social basado en los patrones y las características del ecosistema natural) bajo la sombra de frutales o arbustos diversos ocupando los estratos inferiores del bosque de alimentos.

En cuanto a las temperaturas, no soporta el frío por debajo de los -7 grados centígrados. La temperatura óptima para su desarrollo se encuentra entre los 15ºC y 18ºC.

CULTIVO

                        

A la hora de abonar este cultivo, se deben evitar abonos orgánicos con alto contenido en nitrógeno, ya que es una planta que tiende a acumular muchos nitratos en las hojas.

Para una producción de entre 25-30 t/ha, y según las necesidades nutricionales de la espinaca, se recomienda un abonado con fertilizantes con una relación N: P2 O2:K2 O del orden del 3: 1: 4. Pueden consultar nuestros productos recomendados para este cultivo y dicha composición en www.fertisac.es. En el momento en el que se observa la aparición de un tallo floral, conviene eliminarlo para una plantación mucho más óptima y efectiva, salvo en el caso de que uno de nuestros objetivos sea conseguir semillas, por lo que la conservaremos.

La espinaca, es una hoja que se suele sembrar a finales de verano (agosto-septiembre) para conseguir buenas producciones de otoño-invierno y a finales del invierno para conseguir producciones primaverales.

En cuanto al riego, estos deben ir orientados con la finalidad de conseguir un nivel de agua estable y constante, cerca de conseguir una estabilidad en la temperatura del cultivo. Uno de los sistemas que funciona a la perfección con este tipo de cultivo es el “riego por aspersión”.

RECOLECTA

La forma más correcta a la hora de recolectar este tipo de cultivo es realizando varias pasadas, de manera que se vayan cortando poco a poco las hojas más desarrolladas. Lo óptimo es darle 4 o 5 pasadas al cultivo, rompiendo en la base del peciolo limpiamente sin producir desgarros innecesarios. También es posible llegar a cortar la planta entera, lo cual se lleva a cabo cortando por debajo de las hojas a 1 cm de la corona de la raíz.

En el caso de querer recolectar las semillas, tenemos que tener la precaución de mantener una distancia de al menos 1 kilómetro entre diferentes variedades en flor. Para poder recolectar las semillas debemos dejar que esta madure, lo cual ocurrirá cuando las hojas se hayan secado y los frutos hayan adquirido un tono marrón claro.

Cultivo de hortalizas

Es muy común, a la hora de hablar de las hortalizas, confundirlas con verduras.

Alimentos como la zanahoria, cebolla, berenjenas, pimientos, calabazas, calabacines, rábanos…, son claros ejemplos de hortalizas, El término “hortalizas” es bastante amplio, pero podemos decir que son productos de la tierra que han sido cultivados en la huerta y que, por su parte, pueden no ser fruta. Podríamos clasificar también las raíces, los tallos, semillas, bulbos… que puedan cultivarse bajo tierra.

Aún caben discrepancias a la hora de clasificar algunos alimentos como las patatas o el boniato. Sin embargo, hay especialistas que aseguran que los alimentos como los guisantes o las habas tiernas cumplen todas las características para formar parte del grupo de hortalizas.

Y es que la temporada de cultivar las hortalizas ya ha comenzado, por esto mismo, hoy os hablaremos un poco sobre su cultivo y algunas cuestiones de interés.

Valor nutricional de las hortalizas.

La hortalizas son alimentos nutritivos y saludables, que destacan y nos benefician por su elevado contenido en agua, vitaminas, minerales y fibras. Además contienen sustancias bioactivas que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades crónicas.

Algunos consejos para aprovechar al máximo su  valor nutritivo son:

  • Siempre preferir el consumo en fresco, crudo y sin pelar.
  • Lavar las hortalizas antes de consumir.
  • No dejarlas demasiado tiempo en remojo.
  • Evitar emplear temperaturas demasiado elevadas para su consumo.
  • Reutilizar el agua de cocción para elaborar recetas como: sopas, purés…

En cuanto a su consumo, los especialistas nutricionistas siempre recomiendan consumirlas bajo estas premisas: frescas, de proximidad y de temporada. Si cumplen estas tres características estarán proporcionando los beneficios adecuados a nuestro organismo.

Cultivo de hortalizas.

En algunas partes de España ya se ha comenzado con la plantación de este tipo de alimento, las hortalizas. Y desde FERTISAC, os mostraremos un poco en que se basa y cómo se realiza dicho proceso.

Hay muchas dudas sobre la separación entre plantas durante su cultivo para conseguir un desarrollo óptimo e ideal. El marco de cultivo es importante, ya que manteniendo y configurando una separación idónea de las plantas conseguiremos cultivos más productivos, y con un menor riesgo de plagas y enfermedades.

Pero ahora, ¿Qué se necesita para conseguir una buena plantación de hortalizas?:

CARACTERÍSTICAS QUÍMICAS:

  • Porcentaje de materia orgánica y niveles disponibles de macro y micro nutrientes.
  • Característias físicas y capacidad del suelo para liberar y retener iones, catiónico.

TIPO DE TIERRA:

El efecto que cada nutriente puede causar sobre la calidad del producto, depende del cultivo hortícola

Encontramos distintas características que debe tener el suelo para su cultivo:

  • Debe ser profundo.
  • Disponer de una estructura migajosa.
  • Ser mullido y esponjoso.
  • Tener buen drenaje.

FERTILIZANTES RECOMENDADOS: 

  • FERTIORGAN 8-4-25, en abonado de fondo, entre 500 y 1300 kg/Ha
  • GAMA NITROSAC / INNITRO, en cobertera, entre 50 y 200 kg/Ha
  • ABONOS NPK, entre 260 y 900 kg/Ha
  • SULFATUR en el agua de riego, para conseguir un pH 5-6. La dosificación normal depende de la dureza del agua, pero es del orden de 1 litro por cada 10 m3 de agua de riego

PLAN NUTRICIONAL:

Como último dato, os recomendamos la siembra de las hortalizas sobre todo en primavera, ya que es la estación donde se cumplen las temperaturas óptimas para su cultivo, seguida del verano y otoño. Para cualquier duda, consulta o recomendación al respecto, desde FERTISAC estaremos encantados de asesorarte con nuestro equipo especializado, para que de forma personalizada según los parámetros de tu cultivo, obtengas siempre el mejor resultado. Estamos a tu completa disposición en el Tel. 958 43 65 12 o en fertisac@fertisac.es.

El arroz y sus necesidades nutricionales

necesidades del arroz

El arroz es un cereal que pertenece a la familia de Gramineae (Gramíneas) y es considerado uno de los alimentos básicos de las dietas de muchas culturas y países, el segundo cereal más producido a nivel mundial. En España, su principal distribución es en las Comunidades Autónomas de Andalucía, Extremadura, Cataluña, Valencia y Aragón. Este cereal, tiene unas necesidades nutricionales a la hora de cultivarse. Hoy os lo contamos todo al detalle en este artículo.

Su grano existe en más de 40.000 variedades con diferentes formas, texturas, colores, aromas, tamaños… Además el grano puede encontrarse desde largo, pasando por mediano, hasta muy corto. Dependiendo de su tamaño y grosor, el tiempo de preparación será mayor o menor.

El arroz requiere de ciertas condiciones edafoclimáticas que afectan al desarrollo del cultivo y por consiguiente al rendimiento del mismo. Entre ellas destacamos la influencia de la la temperatura, del agua de riego y de la disponibilidad de nutrientes.

 

Cultivo del arroz. ¿Qué temperatura es la óptima?

El cultivo de este cereal necesita una temperatura mínima de germinación de 10 a 13ºC, considerando como temperatura óptima de desarrollo uno 23ºC. Si el cultivo del arroz se llevase a cabo bajo una temperatura mayor a esta, las plantas crecerían más rápidamente, lo que generaría unos tejidos mucho más blandos de lo debido, provocando así que la planta fuese más susceptible a los ataques de enfermedades.

¿Cómo afecta realmente el agua a nuestra plantación de arroz?

El nivel recomendado de agua y de humedad en el suelo de cultivo de arroz, es esencial para mantener un adecuado manejo de los nutrientes, malezas y enfermedades. Si el cultivo está bajo condiciones de secano, la lluvia se convertiría en un factor crítico. En condiciones de inundación, tanto el exceso como la falta de agua afecta al desarrollo y rendimiento del cultivo.

1.EFECTO DEL DÉFICIT DE AGUA.

  • Los síntomas comunes del déficit son: el enrollado de las hojas, hojas resecas, raquitismo, retraso de la floración, esterilidad de las espiguillas, y un llenado incompleto de los granos.
  • El germoplasma de arroz tiene varios mecanismos para escapar del déficit: usar cultivares sensibles al fotoperíodo o de ciclo corto.
  • El déficit de agua en las etapas vegetativas reduce la altura, el área foliar y el macollaje.
  • En áreas donde las lluvias son escasas, es casi necesario usar cultivares de ciclo corto adaptados al periodo de lluvias.

2. EFECTO DEL EXCESO DE AGUA.

Las zonas donde el agua es abundante se dividen en 3 categorías:

  • Áreas de aguas profundas: cuya profundidad se encuentra entre unos 150 y 400 cm, y el periodo de permanencia del cultivo es de 3 a 4 meses. El arroz que se cultiva en estas áreas tienen una gran capacidad para la elongación de los entrenudos.
  • Áreas inundadas: aquí se incluyen las áreas de aguas profundas marginales, áreas cubiertas por mareas marinas, y las áreas bajas. Estas tierras tienen una profundidad de agua de unos 150 cm.
  • Áreas sumergidas: la duración y el nivel del agua son cambiantes, y en este caso, el arroz permanece completamente sumergido en periodos de tiempo variables.

Fertilizantes recomendados

La aportación de nitrógeno en este cultivo debe realizarse de forma fraccionaria para mejorar la eficiencia de la asimilación de dicho nutriente y evitar posibles pérdidas. Para ello, recomendamos los siguientes fertilizantes:

Para abonado durante ahijamiento e inicio de la panoja:

Entre 150 y 300 kg/Ha de NITROSAC o INNITRO en cada fase

Las necesidades de fósforo en el arroz, se encuentran en la fase vegetativa del cultivo puesto que dicho nutriente impulsa el desarrollo radicular y favorece el ahijamiento.

Las necesidades de potasio son similares a las de nitrógeno, siendo éstas en las primeras etapas de la fase vegetativa y en la fase reproductiva.

Aportación de fósforo, potasio y nitrógeno en fondo:

Se debe tener en cuenta la posible carencia de Zinc debido a la inundación de los suelos, debiendo aportar fertilizantes que contengan Zinc.

Es recomendable utilizar conjuntamente las siguientes gamas:

  • NITROSAC/INNITRO a razón de 300-600 kg/Ha (para el aporte principal de nitrógeno)
    • NPK 8-16-8, NPK 6-5-21 entre 300 y 600 kg/Ha

Pueden emplearse otras formulaciones que presenten en conjunto una relación N:P2O5:K2O del orden de 2:2:1

Plan Nutricional

Cultivo del maiz

La domesticación del maíz comenzó hace 9 mil años por pueblos originarios en Mesoamérica, y terminó su proceso en Sudamérica, introduciéndose finalmente en Europa en el siglo XVII. En este artículo podrás conocer algunas curiosidades sobre este cereal, que hoy en día es considerado como el cereal más importante de nuestra dieta.

El maíz o Zea Mays, es un cereal perteneciente al grupo de las gramíneas (Gramineae). Actualmente es el cereal con el mayor volumen de producción a nivel internacional. Otros de los cereales más importantes en nuestra dieta son el trigo y el arroz.

A continuación desde FERTISAC te mostraremos datos curiosos sobre el maíz, para ello, sigue leyendo.

Curiosidades sobre su cultivo.

Trás muchos años de investigación sobre este cereal, la gran mayoría de investigadores han llegado a la misma conclusión, y es que se cree que el primer lugar en el mundo donde se probó y cultivó el maíz fue en México. Esto se debe a que hace unos cuantos años se encontraron, en dicho país, restos de mazorcas que se habían conservado y que fueron enterradas hace miles y miles de años.

Lo cual les lleva a una segunda conclusión, y es que con el paso del tiempo, México se podría haber convertido en la propulsora del cultivo de este cereal en todo el mundo, extendiéndose así a cada uno de los continentes.

Utilidades del maíz.

El maíz es considerado uno de los cereales más versátiles a la hora de ser cocinado, ya que puede ser comido de maneras muy distintas. Una de sus principales preparaciones es su uso como ingrediente en ensaladas y guisos o incluso el cocinado de la mazorca entera. Otra de sus ventajas es que puede ser tostado, de esta manera se obtienen los famosos copos de cereal de maíz.

En cambio, si se seca el cereal, y después se muele, obtendremos como resultado harina de maíz. Además no debemos olvidar que muchos de los cultivos de maíz, son destinados a la fabricación de aceites, piensos para animales…

Propiedades y beneficios.

  • Es un cereal que aporta antioxidantes: gracias a que el maíz aporta antioxidantes a nuestro organismo, se combaten los radicales libres y el envejecimiento celular.
  • Es un cereal saciante: esto quiere decir que es un cereal rico en fibra e hidratos de carbono, lo que ayuda a saciar y controlar nuestro apetito.
  • Es un cereal bueno para el cerebro: puesto que el maíz es rico en ácido fólico y otro tipo de vitaminas, se convierte en un aliado de diversas funciones cerebrales.
  • Ayuda a cuidar y controlar nuestra salud cardiovascular: al contener vitamina B1, el maíz, disminuye la homocisteína y, por lo tanto, reduce el riesgo de sufrir un ataque cardiovascular.

Desde FERTISAC, te animamos a probar y a enamorarte de este cereal, ya que como hemos mencionado, aporta a nuestro organismo innumerables beneficios. Sin embargo, como cualquier otro cereal, su consumo debe ser moderado, nunca excesivo, ya que todo en exceso puede ser perjudicial para nuestra salud.

Nutrientes y necesisades de Maíz.

Este cereal de primavera, además de los nutrientes básicos y principales, necesita gran cantidad de magnesio, azufre y zinc.

Es frecuente que en ciertos suelos pueda darse deficiencia de estos nutrientes, por lo que es de especial relevancia supervisar y cuidar la aportación necesaria de estos nutrientes en su fase de abonado.

Asimismo, es recomendable combinar el aporte de materia orgánica con el resto de nutrientes ya que mejora las condiciones físico-químicas del suelo.

Fertilizantes recomendados:

En este cultivo, la mayor extracción de nutrientes se produce al inicio de la etapa vegetativa (8 hojas). Por ello, es recomendable aplicar el mayor porcentaje de nutrientes en abonado de fondo (presiembra).

En la etapa vegetativas, las necesidades de fósforo y potasio son mayores ya que prevalece el desarrollo radicular. El aporte de fósforo facilita dicho desarrollo además de favorecer la implantación de la planta. El potasio además de favorecer el crecimiento de la planta mejora su resistencia ante el estrés hídrico.

En el caso del nitrógeno su mayor demanda por parte de la planta es en las etapas de reproducción y maduración (etapas previas y posteriores a la floración). Por ello, este elemento debe aplicarse racionadamente. Se recomienda aplicar 1/3 en abonado de fondo junto al fósforo y potasio, y el resto de nitrógeno en cobertera en una o dos aplicaciones.

Para abonado de fondo, entre 800 y 1200 kg/Ha:

Fertilizantes con composiciones N:P2O5:K2O :

  • 2:1:1 para suelos normales (N-P-K 20-10-5)
  • 1:3:1 para suelos ricos en potasio (NPK 8-24-8)

Las gamas NPK permiten otras combinaciones según las necesidades del suelo. Para suelos básicos es especialmente recomendada la gama INNITRO COMPLEX

Abonado de cobertera:

Se necesita un aporte adicional de nitrógeno entre 300/500 kg/Ha. Son apropiados nuestros fertilizantes de las siguientes gamas.

  • GAMA NITROSAC (para todo tipo de suelos
  • GAMA INNITRO (especialmente apropiada para suelos básicos)
Cultivo del cereal

El cereal es uno de los principales cultivos en nuestro territorio nacional. Altamente resistentes a las diferentes condiciones climatológicas, muy ricos en proteínas y completamente aconsejables para una alimentación saludable. ¡Más que suficientes razones!.

Su plantación pasa por diferentes etapas fenológicas: Germinación y emergencia; Ahijamiento; Encañado, Maduración o engorde del grano; y la recolección de la cosecha, todas ellas muy dependientes en tiempo y forma de las características de la planta. No obstante, para que la producción sea la adecuada, es necesario conocer muy bien las necesidades de cada tipo de cereal, y así poder actuar en consecuencia, ayudando con los nutrientes necesarios para optimizar su cosecha.

El suelo, un factor primordial

El terreno de la siembra de los cereales debe estar en óptimas condiciones físicas y químicas y debe cumplir ciertos factores para que los resultados sean los esperados y consigamos una producción exitosa. Es primordial analizar el comportamiento de los suelos agrícolas y sus reacciones naturales, para conocer sus carencias ante las demandas del cultivo.

El primer paso es refinar el suelo. Se pueden llevar a cabo prácticas de conservación del suelo con el objetivo de reducir la erosión y el consumo energético. Dependerán de la pendiente, la estructura del suelo y procuraremos a su vez evitar escorrentías y encharcamientos. Se debe eliminar las malas hierbas y prevenir la aparición de posibles plagas o enfermedades. Además, hay que tener en cuenta, la profundidad a la que se siembra en función del tamaño de la semilla, la humedad del suelo y las condiciones climatológicas.

Nutrientes esenciales para una cosecha de calidad

El cultivo del cereal debe estar lo suficientemente nutrido para conseguir una producción de calidad.. Por eso, es imprescindible realizar una buena estrategia de abonado.

Los principales nutrientes que no pueden faltar en el cultivo del cereal son nitrógeno, fósforo y potasio.

La fertilización nitrogenada es la encargada de potenciar el desarrollo vegetativo y el crecimiento del cereal, además influye de manera muy significativa durante la etapa de ahijado y encañado. Para obtener unos buenos rendimientos es importante aplicar la cantidad adecuada de nitrógeno durante el comienzo de la planta y el crecimiento de los tallos.

El fósforo mejora la precocidad de los cereales y favorece el desarrollo radicular, es uno de los elementos esenciales para la formación de la espiga y el grano, endurece los tejidos, potencia la resistencia del cultivo frente a condiciones externas y reduce el encamado.

Mientras que el potasio mejora y asegura el crecimiento del cereal, potencia la resistencia del cultivo frente a condiciones externas como las heladas y ayuda a aumentar el rendimiento, calidad y peso del grano.

Este cultivo aparte de los nutrientes principales necesita bastante cantidad de magnesio, azufre y zinc, ya que es frecuente que en ciertos suelos se pueda dar deficiencia de estos elementos, por ello se debe cuidar su aportación durante el abonado para influir de forma positiva al rendimiento final del cultivo. Asimismo, es recomendable combinar el aporte de materia orgánica con el resto de nutrientes.

Recomendaciones fertilizantes

Teniendo en cuenta estas necesidades y las del suelo, en FERTISAC, hemos desarrollado productos especiales que satisfacen todas las demandas para el cultivo del cereal.

Cultivo de cereales de invierno

Para abonado de fondo, se debe usar entre 300 y 600 Kg/Ha de fertilizantes con composiciones N: P2O5:K2O

  • 1:2:2 (FERTI-ORGAN 6-12-12 o NPK 8-15-15), para suelos de fertilidad media
  • 1:2:1 (NPK 8-16-8 o NPK 12-24-12), para suelos pobres en fósforo
  • 1:2:3 (NPK 9-18-27), para suelos pobres en potasio.

 

Estas gamas FERTI-ORGAN y NPK permiten otras combinaciones según las necesidades del suelo. Para suelos ácidos recomendamos  nuestra gama FN.

Para abonado de cobertera, recomendamos nuestra gama NITROSAC  e INNITRO, ésta última se recomienda especialmente para suelos básicos. En este tipo de suelos es conveniente acidular el agua de riego mediante la aplicación de SULFATUR a razón de 1 litro por cada 10m3 de agua de riego.

Plan nutricional cereales de invierno

Cultivo de cereales de primavera

Para abonado de fondo recomendamos usar entre 800 y 1200 kg/Ha de fertilizantes con composiciones N:P2O5:K2O

  • 2:1:1 (NPK 20-10-5), suelos de fertilidad media
  • 1:3:1 (NPK 8-24-8), para suelos ricos en potasio

Para abonado de cobertera se necesita un aporte adicional de nitrógeno, entre 300-500 kg/Ha. Al igual que en el cereal de invierno recomendamos la gama NITROSAC  e INNITRO.

¿Cómo mejorar y mantener el olivar?

Cultivo del olivo

El cuidado de las tierras del olivar, antes de la recolecta, es una acción fundamental para el éxito de la cosecha. A pesar de que podemos encontrar factores externos y climatológicos que se escapan de nuestras manos, y aunque cada explotación agrícola posee unas características agronómicas diferentes y específicas,  podemos mejorar el estado de los olivos para conseguir una mayor productividad y rentabilidad.

Aspectos a tener en cuenta para alcanzar una producción exitosa

Reconocimiento del terreno

La ubicación geográfica, orográfica, las condiciones edafológicas y el tipo de suelo hacen diferente a cada olivar, lo que hace que el cuidado del terreno y la productividad de la cosecha sean específicos según las características y necesidades de cada finca. Conocer el estado del terreno nos ayudará a detectar los desequilibrios nutricionales (deficiencias y/o exceso de nutrientes), lo que nos será de ayuda para diseñar un plan de fertilización y/o fertirrigación adaptado a cada tipología de suelo y finca, y lograr maximizar la producción.. La mejor forma para conocer el estado del terreno, es realizando análisis de suelo. El suelo ideal para el olivar es francoarenoso, profundo y con drenaje.

Cuidar la salud del olivo

Entro los aspectos importantes en el cuidado del olivo como son, la calidad del agua de riego y el control de plagas, enfermedades y malas hierbas que crecen alrededor del olivo, caben destacar la importancia de una buena poda y el aporte de nutrientes de una forma racional.

Identificar la idoneidad del agua de riego

El riego es fundamental para el mantenimiento del olivo. Es recomendable un riego moderado aunque regular ya que el olivo es muy sensible al exceso de humedad.

Está comprobado que no toda el agua posee la calidad adecuada para fortalecer el olivo,  una contaminación química, física y biológica del bulbo húmedo provocada por el agua de riego puede suponer un grave riesgo en la productividad del olivar. Recomendamos realizar un análisis de  dicha agua  para conocer su composición (cualidades físico-químicas), calidad agronómica y detectar  posibles niveles de toxicidad y, en base a ello corregirla en el caso de que puedan afectar negativamente al cultivo.

Asegurar el equilibrio nutricional

Es imprescindible una adecuada nutrición del olivar para conseguir producciones de calidad. Para ello, es necesario conocer las necesidades nutricionales de los olivos y su fruto, y en base a dichas necesidades, realizar un plan de abonado o fertilización.

Para el olivo, recomendamos aplicar nitrógeno, fósforo, potasio y micronutrientes como el boro y el hierro.

El nitrógeno debe aplicarse de forma anual en el olivo, favoreciendo y acelerando el crecimiento y desarrollo vegetativo del árbol y del frutoEs importante no aplicarlo en exceso y no superar los 150kg/Ha.

El fósforo le proporciona vitalidad a la planta, acelera la maduración y mejora la floración del fruto. La cantidad de P2O5 que se debe aplicar al olivar es más de un tercio de lo que se ha empleado de nitrógeno.

Por otro lado, el potasio ayuda a aumentar el tamaño, grasa y calidad de la aceituna y protege el árbol frente a heladas y ciertas enfermedades. El potasio es abundantemente extraído por el olivo, por lo que pueden presentarse deficiencias y en ocasiones es necesario aplicar hasta 2 kg de K2O por árbol (Unos 200 kg/Ha).

Aparte de estos tres elementos, hay otros esenciales como el calcio, el hierro o el boro. Se considera conveniente emplear fertilizantes de forma que se consiga una relación N: P2O5:K2O del 10:4:7 pudiendo llegar el K2O a 20.

Fertilizantes recomendados

Es fundamental elegir los fertilizantes más adecuados para obtener una buena cosecha. En Fertisac contamos con la gama INNITRO COMPLEX o INNITRO (cuando el suelo es rico en potasio y fósforo). La aplicación debe hacerse inmediatamente después de la recolecta de aceituna. Es conveniente aplicar un suplemento de hierro y boro con nuestro CORRECTOR DE CARENCIAS “B PLUS” a razón de 1kg por árbol esparcido alrededor del árbol, a una distancia del tronco de aproximadamente 1m, para mejorar la productividad y rendimiento del olivar. También aconsejamos aplicar algo de materia orgánica en primavera mediante ORBLEM (entre 150 y 400 kg/HA), si el suelo lo necesita. Asimismo, es recomendable acidificar el agua de riego mediante SULFATUR a razón de 1 litro de SULFATUR por cada 10 m3 de agua de riego.

Plan Nutricional del olivar

 

Terreno para cultivos

En muchas zonas geográficas de nuestro país, es el momento de preparar el terreno para la próxima cosecha, una tarea clave para conseguir una adecuada germinación y desarrollo de las plantas del próximo cultivo. Sin lugar a dudas, un suelo con propiedades o características adecuadas va a favorecer a un mejor rendimiento del cultivo.

Las características del suelo deben ayudar o facilitar la penetración de las raíces y así, la asimilación de los nutrientes disueltos en la solución de este. Para ello, además de las tareas físicas que se puedan llevar a cabo, como el laboreo y retirada de malas hierbas para conseguir un suelo más suelto, aireado y eliminar competidores por la luz y los nutrientes, es necesario acondicionarlo aún mejor. Esta ayuda la vamos a conseguir con aportes de enmiendas y abonos que corregirán sus características (pH, porcentaje de materia orgánica, etc.) y carencias nutricionales, mejorando su fertilidad y provisionándolo de los nutrientes que el futuro cultivo va a necesitar en sus primeras etapas de desarrollo.

Desde FERTISAC queremos ayudarte en esta etapa tan importante, que favorecerá y optimizará al máximo tu próximo cultivo. Para ello, nos ponemos a tu completa disposición para asesorarte y ayudarte ante cualquier duda: contamos con un equipo técnico especializado que te guiará según las circunstancias de tu localización geográfica, tipo de cultivo y terreno, sin ningún tipo de compromiso. En función de cada necesidad, nuestros técnicos te asesorarán sobre la gama de productos que mejor se adapta a las necesidades de la planta en cuestión en conjunto con las propiedades del suelo.

Te ayudamos antes y durante todo el proceso. No dudes en contactarnos en el Tel. 958 43 65 12 o el www.fertisac.es

Cómo mantener y cuidar el olivo

Cultivo del olivo

El aceite de oliva es un producto muy demandado en la actualidad por lo que hay que hacer un buen cultivo de su árbol para obtener el mejor resultado. La importancia de un correcto cultivo de olivo se encuentra primero en la labor que hacemos en el campo y la otra gran parte depende de factores externos tales como la temperatura o el clima que no se encuentran a nuestro alcance.

En el presente artículo queremos trasladaros algunos consejos prácticos para mantener saludables lo olivos y así, obtener una gran producción y de calidad.

En la mayoría de los olivares se ha finalizado la poda de los olivos. La poda es uno de los momentos claves en el cuidado del olivo y uno de los métodos para controlar la vecería o alternancia en el olivar. Al podar en años que se prevé una excesiva producción se previene el número de yemas de flor (aclareo de ramos fructíferos), mientras que en años donde se augure baja producción la poda debe ser de menor intensidad.

Hay tres tipos de poda:

  • Poda de formación, se realiza para darle forma al árbol de manera que pueda soportar elevadas cosechas y proporcionar una copa regularmente distribuida y bien iluminada.
  • Poda de producción, en este caso se quitan las ramas secas o no productivas para dar paso a ramas jóvenes de mayor producción. Con ello, se mejora el tamaño de los frutos al favorecer la relación hoja/fruto, así como una buena aireación e iluminación de la superficie foliar.

  • Poda de rejuvenecimiento, es una poda de mayor profundidad. Se realiza para eliminar las partes envejecidas (partes con mucha madera y pocas hojas) o cuando las hojas están apagadas y tienen baja floración, promoviendo el crecimiento vegetativo.

Otro cuidado fundamental en los olivos para dar una buena producción de aceituna, es el riego. Éste dependerá del tamaño de la copa del olivo y del régimen de precipitaciones de nuestra zona (https://www.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca/ifapa/ria/servlet/FrontController). Unos periodos críticos en los que es recomendable regar, es en el desarrollo de los brotes de flor, floración y formación del fruto, entre otros. En el momento del riego, hay que tener en cuenta que el olivo es bastante sensible al exceso de agua/humedad o terrenos con drenaje insuficiente (encharcados).

El punto clave para obtener un buen cuidado y gran producción del olivar es un correcto abonado que nos proporcione un aporte completo de los nutrientes necesarios. Para ello hay que conocer dichas necesidades nutricionales a lo largo del ciclo del olivo, así como la fertilidad del suelo mediante análisis de suelo.

Según en qué zona se encuentre el olivar y las condiciones climatológicas que han tenido lugar en los últimos días, nos encontraremos con distintos estado fenológicos desde yema de invierno, yema movida, despliegue de la corola y formación de inflorescencia.

Normalmente en Abril, tiene lugar el hinchado del botón floral, momento en el que se pueden aplicar productos para la formación y el cuajado de frutos. Si tus olivos se encuentran en esta fase puedes cumplimentar tu abonado inicial con un producto de nuestra Gama INNITRO COMPLEX, abonos con distintos equilibrios químicos para adaptarse a las necesidades de cada olivar. Con aporte de fósforo para mejorar la floración y cuajado del fruto, nitrógeno con liberación controlada, potasio y micronutrientes, elementos necesarios para las siguientes etapas del cultivo.

Si quieres más información sobre el cuidado de tu olivar, no dudes en ponerte en contacto con nosotros https://www.fertisac.es/ crecemos contigo y para ti.